MONSTRUO DE TOKIO.

Epilogo.

 

Observo a toda la gente a mi lado izquierdo y luego miró el lado derecho, esas caras de terror, son exactamente iguales a las que me miran cuando yo tengo un arma calibre 45 justo en su frente, solo que ahora no disfruto de estar en esta silla, cuando me giro para mirar a todos, sus ojos me ven como si yo fuera un monstruo, aunque en realidad sí, lo soy desde hace muchos años.

Vi entrar al juez a la sala mientras dos oficiales me obligaban a levantarme para recibirlo, él comenzó a hablar de forma fuerte y autoritaria dirigiéndose a todos los presentes, pero en específico a mí, quería intimidarme jaja que desfachatez, pienso que incluso si la muerte quisiera no podría hacerlo.

- Esta mañana estamos reunidos para escuchar las declaraciones del señor Ryosuke, pido total silencio para esta tribuna, señor Yamada pase al estrado para dar su declaración verdadera y detallada de las cada una de sus acciones cometidas contra la población en general como la salud pública.

Sonreí de medio lado mirándolo retadoramente mientras el oficial me obligaba a subir a ese incomodo asiento ¿Cómo lo sé? Bueno es la segunda vez que me siento ahí en diferentes épocas, al sentarme y poder observar bien a todas las personas sentadas frente a mí, algo llama mi atención, observo curiosamente a la persona que siempre me hizo sentir entendido, también al bastardo que comenzó toda esta osadía de venganza y por último también veo a esa mujer asquerosa, toso brevemente para comenzar a hablar.

- Se bien que justo ahora a todos los presentes les parezco el cazador y monstruo que todos dicen que lo soy, pero no siempre fui de esta forma, así que tal vez el juez como al jurado incluida la audiencia, no sean capaces de imaginarme de una forma tierna e inocente durante mi infancia, de joven era un chico tan tímido que ni siquiera era capaz de ver los ojos de las personas, no siempre fui así -guarde silencio mientras sonreí- pero realmente es magnífico que por fin quieran escuchar la versión de las cosas desde mi punto de vista, pero señores esta historia no comenzara como las típicas historias desde el inicio bien relatada, serán fragmentos de mis memorias, debido a una lesión seria realizada por mi tutor quien se hacía pasar por mi padre, sucedió cuando tenía quinceaños de edad, así que perdí gran parte de detalles, mi nombre es Ryosuke Yamada y esta es una breve historia que relata el nacimiento del monstruo de Tokio ¿Impresionante? -comencé a reír antes de proseguir mi relato- pero esperen a escuchar toda la historia, que comenzara con mi supuesto nacimiento así como un breve fragmento de mi primer asesinato consciente

—flashback— —veinticuatro años atrás—

 

La felicidad no podía verse mejor reflejada en los rostros de aquella familia, por fin hoy conocerían al heredero del emporio Serkin, dueños de medio emporio hotelero en Japón y dueños de una cadena importante en rusia, aquellos padres tan solo recibir a su único heredero sosteniendo a su nieto envuelto en aquella pequeña cobija azul, aquel joven padre rodeaba con ternura ese pequeño cuerpo, mientras que los abuelos abrazaban a los dos más que felices, el padre dio tres caricias en sus pequeñas mejillas, las felicitaciones no tardaron en llegar.

- muchas felicidades a la familia Serkin, sin duda nuestro primer nieto es y siempre será el orgullo de la familia, espero que conserve siempre el gran apellido, espero no ofenderte amigo

- no descuida, estamos orgullosos que nuestra querida Isabella se hiciera esposa de alguien que es mitad ruso y japones, así como ella es americana japonesa, estamos realmente orgullosos del honor que trae esta llegada a la familia, solo que eh platicado con mi esposa sobre un proyecto privado para ambas familias, podríamos debatirlo más tarde en privado

- bueno, deberían decirnos que se traen entre manos ustedes

- Mileshka podrías callarte, es una falta de respeto que hables cuando nadie pidió tu estúpida aportación, claro Bernard que podemos platicar nosotros como caballeros a media noche, es un orgullo y placer tener un Serkin Miller

Fue lo último que se escuchó en esa sala aquella tarde ante aquellos oídos, fue un acople de manos y unas palmadas perdidas en el tiempo.

 

—Fin flashback—

 

—presente—

- y si se preguntan cómo es que yo sé estas cosas, bueno la familia Serkin tiene la obligación de documentar cada llegada o partida de sus integrantes familiares, por desgracia mi dudosa muerte elimino mi cabeza para entrar a los archivos rusos y la prematura muerte del alcohólico Serkin nos deja solo con los abuelos, que me aborrecen desde que tengo memoria, pero déjenme contarles un poco más sobre cómo fue el primer asesinato que cometí o al menos es lo que siempre me hicieron creer.